Resumen
Este mapa, dibujado sobre el mapa del Qullasuyu (ver EL QULLASUYU EN LA DÉCADA DE 1530 – DISTRITO SUR DEL ESTADO INCA ) y el de los señoríos aymaras (ver SEÑORÍOS AYMARAS del QULLASUYU en el SIGLO XVI ) situados en él, representa la región del altiplano que rodea el lago Titicaca y el principal camino inca, conocido como Qhapaq Ñan en quechua*,* la lengua de los Incas. Esta extensa red de caminos y senderos conectaba Cusco con el distrito sur del estado Inca, es decir, el Tawantinsuyu (ver EL TAWANTINSUYU EN LA DÉCADA DE 1530 – TERRITORIO DEL ESTADO INCA ).1 El propósito principal del Qhapaq Ñan era facilitar la comunicación entre los centros administrativos y de almacenamiento conocidos como tambos, y permitir el transporte y movimiento de ejércitos, bienes y gente. Desempeñó un papel indispensable en la administración y el control de los vastos territorios bajo dominio inca.
Partiendo de Cusco, el camino se divide en dos ramales antes de llegar al lago Titicaca. Un ramal sigue el lado occidental del lago, atravesando la parte de arriba (Urcusuyu) del altiplano. El otro ramal recorre la orilla oriental del lago, pasando por la parte de abajo (Umasuyu) del altiplano. Los puntos en el mapa indican los principales centros administrativos y de almacenamiento de grano del estado Inca. La palabra “tambo” en quechua se refiere a un centro de almacenamiento y redistribución y es un término que aún se utiliza para designar los mercados mayoristas. Estos centros administrativos, establecidos por los Incas, también eran los núcleos principales o asentamientos centrales de los señoríos aymaras, lo que a veces requirió la reubicación de los asentamientos preincásicos a nuevos emplazamientos a lo largo del camino.
Bajo el dominio colonial español, la mayoría de estos centros administrativos se transformaron en “Pueblos Reales de Indios” o “reducciones” . Los caminos del Qhapaq Ñan, bien mantenidos y estratégicamente situados, proporcionaron a los españoles un apoyo logístico crucial durante sus campañas militares, permitiendo a sus ejércitos conquistar el territorio del Qullasuyu. Los caminos, diseñados para conectar los principales centros administrativos y de población, permitieron a los conquistadores españoles atacar lugares clave y mantener el control sobre vastas áreas.
REFERENCIA:
Bouysse-Cassagne, Thérèse. “L’espace aymara: urco et uma”. Annales. Histoire, Sciences Sociales 33, núm. 5–6 (diciembre de 1978): 1057–80. https://doi.org/10.3406/ahess.1978.294000.
Thérèse Bouysse-Cassagne, “L’espace aymara: urco et uma”. Annales. Histoire, Sciences Sociales 33, núm. 5-6 (diciembre de 1978): 1057-80. ↩︎